Portada del disco Juan Manuel.
Portada del disco Juan Manuel.

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Reseña por Micro Esparza Oteo

Juan Manuel (2000)
Plastilina Mosh
Virgin / Tómbola! / Happy-Fi

VIDEO RESEÑA DE REGIONCUATRO

Producción: Chris Allison, Money Mark y Plastilina Mosh
Mezcla: Chris Allison, Craig Silvey y Alejandro Rosso.
Masterización: Howie Weinberg.
Producción ejecutiva: Alejandro Rosso.
Formación y diseño gráfico: Mario Videgaray, para Toboggan.

Plastilina Mosh es un dúo originario de Monterrey, formado por Alejandro Rosso y Jonás González, quienes crearon un concepto musical diferente a todo lo que se hacía en el ámbito del rock mexicano, con tendencias más electrónicas, trendy, técnicas de sampler, donde pueden caber muchos estilos e intensidades. Una mezcla de hip-hop, house, acid jazz, downtempo, big beat, combinado con lo que podría ser la contraparte como el lounge, punk, alternativo, pop, rock… El resultado fue una bomba que a finales de los noventa impactó y refrescó el abanico nacional.

Se dice que las personalidades de Alejando y Jonás son opuestas, mientas el primero es un elegante personaje, estudioso, introvertido, recatado, con gusto por el jazz y la música clásica, Jonás es más reventado, extrovertido, autodidacta, punk; esto los llevó a dejarse ir por extremos, lo mismo demuestran un gusto por la elegancia y sutileza así como por el trash-pop, sus influencias más claras podrían ser los Beastie Boys y Juan García Esquivel Estos contrastes lograron una contraparte y a la vez una riqueza amplísima que se alimenta de polos opuestos.

Este gran coctel creado por Plastilina Mosh, irrumpió el rock en español con su primer álbum Aquamosh (EMI, 1998), un trabajo histórico que contiene canciones espectaculares y sin duda los más grandes hits que ha logrado el dueto. Llegaron a la cima muy rápido, antes de lo que nadie se podría haber esperado.

El desmedido éxito de su primera entrega, dejaba las expectativas muy altas, todos estábamos atentos, para ver si lograrían repetir la proeza, o por lo menos, estar a la altura de las circunstancias. Para esto reclutaron a un par de productores de primera línea: Chris Allison, con quien hicieron nueve canciones, productor inglés que recientemente había grabado a The Beta Band, una de las bandas más aclamadas de la época y que ha colaborado con gente de la talla de Frankie Goes To Hollywood, George Michael, Pet Shop Boys, Art of Noise o Coldplay. Y Money Mark, con quien realizaron tres canciones, sobre todo famoso por sus colaboraciones con los Beastie Boys, ambos productores amigos de Camilo Lara. Alejandro Rosso, algunos años después, ha comentado que durante el proceso de producción tuvieron muchas discusiones y diferencias con Chris Allison, quien tenía una visión más convencional.

Y lo que mucha gente esperaba no sucedió, ni de cerca se acercaron al éxito e impacto que representó un par de años antes. A cambió nos entregaron un trabajo más discreto en muchos sentidos, de sólo treinta y tres minutos, 11 canciones, tres de ellas instrumentales. Ellos mismos se han referido a esta placa como el “Antidisco”. Desde el título es un tanto extraño, Juan Manuel, simplemente sacado de un amigo mutuo, vecino en Monterrey, fue un nombre que ellos habían propuesto para el primer disco pero no había causado nada, para esta segunda entrega ellos ya tenían más injerencia y credibilidad, fue así como la compañía finalmente lo aceptó.

Igual que el anterior, Juan Manuel, es un abanico multicolor que explora muchas intensidades y estilos. Aunque más refinado, tiene algunas canciones electrónicas poderosas, que llegaron hasta el punchis, punchis más descarado, como en 'Human Disco Ball', contiene varios temas que podrían ser candidatos a llegar a ser otro gran hit, pero a pesar de las similitudes tomó un camino diferente, me atrevo a decir que más intelectual. También en nivel sonido tiene más calidad, está mejor producido, los estilos están planteados de manera elegante y clara, es un disco sin desperdicio, sin canciones de relleno, sin concesiones, de esos pocos que se pueden escuchar sin ningún problema de principio a fin.

Desde mi punto de vista, Juan Manuel está enmarcado por dos obras maestras, dos pilares que sostienen desde los extremos, la que abre el disco 'Nordic Laser', te deja claro que aquí hay algo nuevo, de raro corte indie, acústica, festiva pero reflexiva. Y la canción que cierra el álbum 'Good Bye Happy Farm', otro extraño acercamiento, sorpresivo, distinto a todo lo que se hacía, de corte campirano, Rosso y Jonás han comentado que es el mejor tema que han grabado en toda su carrera. Ambas canciones instrumentales, aún recuerdo el primer día que las escuché, me atraparon de inmediato.

Por otra parte Juan Manuel se ha vuelto pieza de colección, su versión vinilo es de culto, uno de los discos de rock mexicano más raros de su época en este formato, la portada en este soporte es casi blanca con una mariposa en la parte inferior. Para la portada en versión CD se utilizaron ocho fotos diferentes, sólo se podía reconocer por el nombre del grupo y el título del álbum impresos en serigrafía en la cajita de plástico.

Sin gritar mucho, sin ser contestatarios, sin ser mexicanistas, sin ser fresas ni rockeros, sin estar en contra del sistema opresor… Los Plastilina Mosh encontraron su propio espacio.

Enlace a la lista de Rehilete y Región Cuatro de discos más chidos del rock mexicano.Enlace a la lista de Rehilete y Región Cuatro de discos más chidos del rock mexicano.
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