Integrantes:
Pedro Valdés: Voces
Gerry: Guitarras, ebow, coros
Gerardo Greaves: Bajo con y sin trastes
Cornelius Walraven: Bombo, tarolaa y platillos
Producción: Marc Rodamilans
Mezcla: Marc Rodamilans
Consumatum Est es una de las bandas más peculiares del rock mexicano. No pertenecen a ningún movimiento, no fueron parte del “rock en tu idioma”, ni se parecen a nada. Son un ente aparte, completamente diferente. Son de Satélite, lo cual no es tan común (aunque todos saben que los Tacubos también son satelucos). Tocan un rock difícil de clasificar: no es progresivo, pero sin duda tiene algo de eso. Tocaban muy bien en vivo. Todos eran buenos músicos y, quizá lo más raro de todo en el rock nacional: su vocalista realmente cantaba bien.
La banda comenzó en 1990 y sobrevivió poco menos que una década. En ese lapso publicaron tres discos: Consumatum Est (1992), Intolerancia (1994) y Nadie habla perfecto (1997). Personalmente, siempre me he debatido sobre cuál es el mejor. Al final me decanté por el segundo, Intolerancia, en parte porque le pregunté directamente a Pedro, el vocalista, cuál consideraba su mejor disco, y me respondió que ese era su favorito.
Su estilo, desde mi perspectiva, es simplemente inclasificable. Sí, hay vínculos claros con el rock progresivo, pero también con el pop, el new wave… Siempre me han recordado la trilogía Discipline / Beat / Three of a Perfect Pair de King Crimson. Esa etapa donde Crimson llegó a un sonido completamente distinto al de sus inicios. Y es ahí, en este extraño mundo musical, donde se mueve Consumatum Est: entre estructuras complejas e interpretaciones exigentes. Van por todo, sin concesiones. Los críticos los han etiquetado como avant rock o art rock. Su música es intensa, nerviosa, inquieta. No es para principiantes: se necesita oído entrenado y disposición para adentrarse en una propuesta que va más allá de un coro pegajoso. Las melodías son sincopadas, rebuscadas, abstractas; las letras, crípticas y elaboradas. Siempre fueron mejor apreciados por críticos y melómanos que por el público masivo.
El productor del disco fue Marc Rodamilans, guitarrista de Mistus, quien tenía un estudio llamado La Cocina, donde grabaron bandas como Ninot, Luzbel, Las Ánimas del Cuarto Oscuro, La Gusana Ciega, entre muchas otras. En una publicación de Facebook, Gerardo Greaves comentó: “Marc Rodamilans sin duda es el quinto Consumatum y elemento fundamental en nuestro sonido.”
Y tiene razón. Sin ser experto en producción, puedo decir que lograr que un disco tan complejo suene así de bien tiene un mérito enorme. Sobre el proceso, el mismo Gerardo escribió: “Intolerancia se grabó en La Cocina Móvil en Oaxtepec, Morelos. Fue toda una odisea: vivimos un mes ahí encerrados creando y grabando las rolas al momento. La mezcla duró seis meses.”
Siempre he estado seguro de una cosa: de todos los hijos del Loco Valdés, el que mejor música ha hecho y mejor ha cantado, sin duda, es Pedro.
Ojalá el tiempo le haga justicia.