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Reseña por Micro Esparza Oteo
A La Izquierda del Colibrí (1986)
Jorge Reyes / Antonio Zepeda
Philips
VIDEO RESEÑA DE REGIONCUATRO
Integrantes:
Jorge Reyes: Música, arreglos, teclados, guitarras, flautas, ocarinas, tom, tubo musical, silbatos, coros.
Antonio Zepeda: Flautas, ocarinas, silbatos, caracoles, palo de lluvia, raspadores, tubo musical, tenabáris, sonajas, coyolis, cántaros, tambores, teponaztlis, cristales, caparazón de tortuga.
Productor: Jorge Reyes.
Ingeniero de audio: Francisco Miranda, Fernando Roldán.
Ilustraciones y arte: V. Hugo López.
Huitzilopochtli: Dios azteca del sol y la guerra. Su nombre significa "Colibrí azul a la izquierda".
Jorge Reyes (QEPD) nació en 1952 en Uruapan, Michoacán. El 7 de febrero de 2009 se quedó dormido y nunca despertó. Estudió música clásica, electrónica y jazz en Alemania, así como música tradicional hindú y tibetana en la India. A su regreso a México formó parte de agrupaciones clave como Al Universo y Nuevo México, pero fue hasta 1980 cuando consolidó su proyecto más importante: Chac Mool. Jorge es ampliamente reconocido como el artista que más difundió la música prehispánica fuera de México.
Antonio Zepeda, nacido en la Ciudad de México en 1947, comenzó su carrera en el mundo del arte como bailarín de ritmos caribeños y diseñador de vestuario. Su pasión por la percusión lo llevó a colaborar con músicos brasileños, para luego volcarse de lleno en el estudio de los instrumentos antiguos mexicanos. Participó en agrupaciones de free jazz y de vanguardia en Nueva York y Europa. A su regreso a México, emprendió una investigación de campo visitando comunidades indígenas de todo el país, en busca de músicos autóctonos reales. Esta labor lo llevó a organizar un festival con estos artistas en el Museo Nacional de Antropología, marcando un parteaguas en el estudio y difusión de la música prehispánica.
En 1986, cuando se publicó A la Izquierda del Colibrí, Jorge Reyes ya había editado dos discos solistas: el extraordinario Ek-Tunkul (Kollectiv Records, 1983) y Comala (Producciones Exilio, 1986). Por su parte, Antonio Zepeda había publicado tres: Templo Mayor - Música con instrumentos prehispánicos (Olinkan, 1982), El Rostro de la Muerte entre los Nahuas (UNAM, 1984), y La Región del Misterio (Olinkan, 1986). Hoy en día, estos cinco álbumes son considerados obras cumbre dentro de sus respectivos géneros.
A la Izquierda del Colibrí es el resultado del encuentro entre dos mundos. Por un lado, Jorge Reyes, figura del rock progresivo mexicano, exploraba la fusión entre sonidos electrónicos y elementos precolombinos. Por el otro, Antonio Zepeda venía de un profundo estudio de instrumentos indígenas acústicos. El disco es una suma de visiones: dos artistas en plena exploración creativa, convergiendo en un punto donde sus universos se nutren mutuamente.
Ambos buscaron dar un enfoque vanguardista, contrastando música contemporánea con sonidos ancestrales. Recuperaron narrativas sonoras tradicionales, mezclándolas con estructuras, texturas y tratamientos propios de las tendencias experimentales más avanzadas del momento. La fusión también fue sonora: los sintetizadores y secuencias de Reyes conviven con los inusuales instrumentos prehispánicos que Zepeda rescató del olvido. El resultado es una obra revolucionaria, difícil de encasillar, que ha sido clasificada como música prehispánica, ambient, rock progresivo, fusión, etno-rock, new age, tribal, abstract, downtempo, world... y más. Todas estas etiquetas capturan parte de su esencia, pero ninguna logra abarcarla por completo.
A pesar de haber sido muy bien recibido por sectores culturales -Radio Educación fue un gran impulsor- el disco ha tenido poca penetración popular o comercial. Sin embargo, con el paso del tiempo se ha consolidado como una obra fundamental, incluida frecuentemente en listas de los mejores discos mexicanos. Marcó profundamente a ambos músicos. Para Reyes fue parte esencial de su trayectoria como solista, siempre ligada a la música prehispánica. Para Zepeda, fue su disco más difundido y comentado de una vasta discografía en un proyecto que sigue vigente, basado en la investigación y recuperación del patrimonio sonoro indígena.
A la Izquierda del Colibrí ha envejecido de una forma notable, con el tiempo ha ganado fuerza y hoy es más importante que en su salida. Se convirtió en un clásico global del género, una obra de culto que difícilmente podría repetirse. Una conjunción única de tiempo, lugar y personas. En 2017 fue reeditado en varios formatos por el sello inglés Emotional Rescue, presentado bajo un enfoque más intelectual, con gran proyección internacional como una pieza de culto de la música de búsqueda mexicana.