




Reseña por Lalo Enríquez
Cancionera (2025)
Natalia Lafourcade
Sony Music México
Disco: Pop / Folclórica
En su lanzamiento más ambicioso, Natalia consolidará su posición como una figura venerada en su búsqueda de la mexicanidad; pero también levantará preguntas sobre lo que ello significa.
Mi apuesta es a que resulta mejor quitarme de rodeos, por lo que comenzaré esta reseña compartiendo la posición de la que parto al escuchar y escribir sobre el nuevo disco de Natalia Lafourcade. Desde hace ya varios años, es de reconocerse plenamente el valor de lo que está haciendo la jarocha en su búsqueda por retomar y modernizar ciertos aspectos de la mexicanidad; simplemente, ese valor se ha sacado de toda proporción y objetividad.
¿Por qué? Bueno, son muchos factores. De las figuras que están haciendo algo parecido, ella es la que tiene respaldo de esa fama que ha construido desde sus años de popera y que sin duda ha sido bien merecida; nadie que sepa de lo que habla puede cuestionar eso. Naturalmente, dicha fama va de la mano de que le secunde con fuerza una disquera gigante trasnacional y que el estatus resultante la haga acreedora a dominar en eventos de la industria del disco como son los premios Grammy Latinos; o acreedora a ser de los muy, muy, muy contados proyectos mexicanos que llaman la atención de plataformas líderes de la reseña musical internacional, como The Needle Drop y RateYourMusic.
Por dar un ejemplo, el disco de 2022 de Natalia Lafourcade, De Todas Las Flores, fue recibido con bombo, platillo y festín. Se trató de un álbum en el que, después de varias entregas anteriores basadas en versiones y colaboraciones, la veracruzana regresó al rol de cantautora. Con él, ganó el Grammy Latino a mejor disco y (lea con atención lo siguiente) obtuvo más de 10,000 valoraciones en el portal RateYourMusic que lo han colocado en dicha plataforma de alto prestigio como el mejor disco de la historia de México. El-mejor-disco-de-la-historia-de-México. Y por amplio margen.
Ahora, en Rehilete lo que buscamos es celebrar la creatividad mexicana de ayer y hoy, por ello no creemos en reseñar discos para decir cosas negativas; únicamente compartimos aquello que nos gusta y que nos parece al menos recomendable ¡Sin duda es el caso de los discos de Natalia! Todos ellos. Por ejemplo, De Todas Las Flores es un disco muy bien realizado, con gran producción e instrumentación, letras interesantes y elementos muy valiosos de mexicanidad.
Pero eso no nos impide decir lo siguiente: No es el mejor disco mexicano de la historia. Bajo ningún criterio que resista el escrutinio. No innova más que otros, no cuenta una historia más convincente que otros, no impactó más la cultura que otros, no fue más famoso ni económicamente exitoso que otros, no es ni más ambicioso ni más atinado que otros en capturar el pasado o el presente ni musical, ni social del país.
Como gran parte de la producción mexicanista de Natalia, la influencia ineludible es Agustín Lara. Aquel cantautor, declarado jarocho, llegó para penetrar completamente la música nacional de la primera mitad del Siglo XX, con un su estilo cosmopolita, abiertamente afrancesado, españolista e influido también fuertemente por los ritmos y sentimientos cubanos que históricamente han llegado por montones a las costas del sureste mexicano. La importancia de Lara en el panorama mexicano no está en cuestionamiento, pero sí es relevante decir que su éxito llegó a constituirse como una fuerza uniformante bastante criticada en su momento, por la cantidad de imitadores que generó, y por haber relegado a géneros con mucho mayor cercanía a la tradición mexicana, como el son jarocho, huapango, ranchera, corrido y demás, a un estatus popular y vulgar en ojos de las élites.
Es muy importante entender que ese es, mayormente, el camino que Natalia está retomando con su música; debiendo mencionar también la influencia evidente de Chavela Vargas en este tipo de aproximación vocal e instrumental entre minimalista y desgarradora.
Bien ¿Qué es lo que Lafourcade contribuye a la tradición legada por esas influencias? Sin duda letras interesantes (no geniales), una producción más limpia y modernizada que la que era posible en aquel tiempo, así como una interpretación más cercana a la sensibilidad de los escuchas contemporáneos. Fuera de eso, yo veo incluso algo “descafeinado” en todo este asunto: sentimientos más matizados, una visión perpetuamente acaramelada de la naturaleza y del humano, un sonido cuidadísimo sin improvisación ni juego, recurrentes soluciones melódicas obvias y estereotipadas.
Y esto viene a colación porque todo lo que he descrito no es en absoluto diferente a lo que nos encontramos en Cancionera. Se trata de un disco largo; más ambicioso incluso que De Todas Las Flores, con extensos pasajes instrumentales, y algunas canciones quizás de tonalidades más oscuras o melancólicas. La producción entre la misma Natalia y Adán Jodorowsky es meticulosa y cuidada, logrando muy bien el ambiente intimista que seguramente buscaban. Las letras con aspiraciones todavía más poéticas que antes.
En lo general, Cancionera me parece un esfuerzo más interesante, original y narrativamente satisfactorio que De Todas Las Flores pero, como mencioné, se le pueden levantar todos los mismos cuestionamientos.
En conclusión quiero aclarar, que a pesar de todo lo dicho, este es un disco contundentemente recomendado por Rehilete. Natalia es una voz importantísima en nuestra escena nacional. Si a nuestra estimación no hubiera sido sacado tanto de proporción su producción discográfica, no habría necesidad de decir mucho de lo antes dicho y podríamos simplemente dedicarnos a destacar sus virtudes.
Ahora bien, no es la idea que tengamos una noción purista de lo que es tradición mexicana y nos vayamos a lo más popular o autóctono para validar o no algo. Es simplemente invitar a las nuevas generaciones al conocimiento de lo que hicieron, propusieron y transformaron las generaciones pasadas de la creatividad mexicana, ya que solo así se puede poner en debida perspectiva lo que hacen, proponen y transforman los creadores mexicanos que somos afortunados de tener en el presente.