




Reseña por Augusto Montero
El Baile de los 41 (2020)
David Pablos
Canana Films
Película: Drama
"Yo sólo cuento 41".
Hoy en día todavía es un tabú la homosexualidad; ya no tanto en las grandes ciudades, pero en partes de la república aún es un tema que incomoda a más de uno. Ahora atrasemos el reloj 120 años; ese tema, más que tabú, era un delito. No poder mostrarte como eres a plena luz porque eso podía costarte tu libertad (si tenías suerte, si no, hasta la vida).
Durante los tiempos de la dictadura porfirista, la moral puritana de la época tenía sumamente reprimida la cuestión sexual a todo nivel. En cuanto a la “desviación” homosexual, esta condición era suficiente para acabar con la reputación de una persona. Entonces, esconder tus gustos era la mejor forma de sobrevivir, sin embargo, conforme el tiempo pasa, puede que vayas identificando a personas que “adolecen” de tu “condición”. ¿Y qué tal si todos esos terminan creando un club exclusivo de caballeros?
El baile de los 41 del director David Pablos nos cuenta un episodio de los más memorables (para mal) en cuanto a un atropello de los derechos humanos, enfocado hacia la comunidad gay en la Ciudad de México. La película es una conmovedora exploración de un suceso histórico real que sacudió a la sociedad mexicana a principios del Siglo XX. La cinta se centra en la figura de Ignacio De la Torre y Mier (interpretado por Alfonso Herrera), quien en 1901 fue uno de los 42 hombres protagonistas de una fiesta clandestina que culminó en un escándalo mayúsculo y en un intento de las autoridades por sepultar la verdad.
El filme recrea la famosa fiesta del 17 de noviembre de 1902, donde hombres homosexuales de la élite social se reunieron, con la particularidad de que la mitad de ellos vestía atuendos femeninos. Lo que destapó la irrupción policial en la madrugada desató la indignación de la sociedad, que consideró el evento un ataque a sus valores morales. Los principales periódicos de la época, como "El Hijo del Ahuizote" y "El Popular", no dudaron en burlarse y denigrar a los asistentes con tintes homofóbicos, propagando rumores sobre su "depravación".
De los 42 presentes, 41 fueron detenidos, mientras que uno logró escapar. El escándalo se magnificó al trascender que el evadido era Ignacio de la Torre y Mier, casado con la hija natural del presidente Porfirio Díaz, lo que sugiere una maniobra para evitar un escándalo político mayor. Los arrestados sufrieron abusos flagrantes de sus derechos: fueron obligados a barrer las calles con sus vestidos de fiesta y muchos, sin recursos, fueron forzados a unirse al ejército y desterrados a Yucatán. La ausencia de un registro legal o nombres oficiales de los detenidos contribuyó a convertir el suceso en una leyenda silenciada.
Esta obra cinematográfica nos invita a la reflexión en torno a cómo ser diferente (sin importar el estrato social o económico) puede ser considerado un delito; o sea, salirse de la normalidad se vuelve ilegal. No es sólo el hecho de vivir en una dictadura (que también puede influir hoy en día), sino que una sociedad intolerante terminará por socavar la esencia de los individuos. El arte (en este caso la película) nos permite ponernos en los zapatos de los otros, y pensar que si hubiéramos nacido en un tiempo y lugar distintos, pudiera ser que uno de esos 41 (o incluso 42) fuera uno de nosotros.