Portada del disco El Cancionero Popular.
Portada del disco El Cancionero Popular.
Calificación favorito de Rehilete
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Reseña por Lalo Enríquez

El Cancionero Popular (1975)
Amparo Ochoa
Discos Pueblo
Disco: Folclórica

La gran Amparo nos dio un cancionero entre lo nuevo y lo tradicional.

Hoy en día Amparo Ochoa es reconocida como una de las intérpretes de música folclórica y ‘folcloroide’ (como diría Federico Arana) más talentosas de su generación; y quizás incluso lo mismo aplica dentro del gran panorama de la música mexicana moderna. Realmente no debemos de subestimar hasta qué medida esa reputación y cariño por parte del público se la debemos a este disco que nos ocupa.

Ochoa fue escalando en el mundo de la música desde la escena local de su natal Sinaloa. Como Judith Reyes antes que ella, y como muchos de los que pertenecieron al movimiento de la llamada nueva canción mexicana, comenzó incursionando en músicas menos rebuscadas, como la ranchera tradicional o la balada. Pocos saben que, en términos discográficos, los inicios de su carrera a inicios de los 70’s se dieron con la gigante discográfica RCA Victor, aunque sus lanzamientos de esa época se encuentran muy por debajo de su posterior producción, principalmente en términos de originalidad, mientras que el éxito fue también bastante precario.

En 1973, el Instituto Nacional de Antropología e Historia publicaría un disco en el que se compilaron y grabaron canciones pertenecientes a aquella etapa de nuestra historia conocida como la Intervención Francesa (Siglo XIX). Una cantante sin nombrar daba color y sabor a estas viejas composiciones; era Amparo yendo a las raíces de la música mexicana y comenzando a encontrar una voz y estilo que en adelante le fueron muy propios.

A mediados de los 70’s, un movimiento musical que presentaba fuertes influencias de lo folclórico iba creciendo en México, encontrándose básicamente en su clímax. Del ’68 y de otros movimientos de corte social habían surgido y florecido múltiples intérpretes y compositores de vena activista como Judith Reyes, Enrique Ballesté, Margarita Bauche, León Chávez Texeiro o Juan de Molina; por otra parte, hubo algunas figuras que exploraron la idea de la ‘nueva canción’ pero llevaban ya tiempo insertos dentro de la industria discográfica, como fueron Guadalupe Trigo u Óscar Chávez, quien comenzó su amplia trayectoria en Polydor desde mediados de los 60’s.

En una clase de punto medio, se encontró la escena que rodeó a dos disqueras que se consolidarían como un bastión dentro de este género: Discos Pueblo y Nuevos Cantos Latinoamericanos (NCL). La primera de ellas fue un proyecto en el que estuvieron íntimamente inmiscuidos los miembros de la agrupación Los Folkloristas, misma que se dedicó a recrear y hasta cierto punto rescatar la música de origen folclórico tanto de México como de diversas partes de América Latina. Dicha disquera dio impulso a la carrera discográfica de figuras importantes como Gabino Palomares, Salvador “El Negro” Ojeda y la misma Amparo Ochoa.

El Cancionero Popular llegó cuando Discos Pueblo apenas tenía 2 años de existencia, fue uno de sus primeros lanzamientos y, junto con los conciertos recopilados de Los Folkloristas en Bellas Artes, se trató de una de las primeras auténticas joyas facilitadas al gran público por dicha disquera.

Como su nombre lo señala, el disco ahonda en la tradición popular de la música mexicana, aunque también termina por incluir temas que difieren un poco, al no tratarse de composiciones tradicionales sino de recientes de figuras cercanas al círculo de la nueva canción.

En el primer conjunto, encontramos temas como ‘El Barzón’, de los años 30 y que hace referencia a las condiciones explotadoras de trabajo previas a la revolución; ‘Bola Suriana de la Muerte de Emiliano Zapata’, ‘La Prietita Clara’, ‘Mi Abuelo’. Incluso en este grupo podríamos incluir ‘A Qué le Tiras Cuando Sueñas Mexicano’, del inigualable lirista urbano Chava Flores.

En lo que refiere a las canciones creadas por contemporáneos (y amigos) de Amparo Ochoa, debemos mencionar ‘Tierra Húmeda’ de Julio Solórzano, ‘Jugar a la Vida’ de Enrique Ballesté y ‘La Maldición de la Malinche’ de Gabino Palomares.

Por último, debemos decir que no todo en el disco se origina en la creatividad mexicana, puesto que hay temas de Nicomedes Santa Cruz (Perú), Nicolás Guillén (Cuba) o León Felipe (España).

A fin de cuentas, El Cancionero Popular es uno de los discos más clásicos y emblemáticos de este movimiento de renacer de lo folclórico que se dio con tanta fuerza durante la década de los 70’s. En él encontramos a Amparo Ochoa convertida en carismática intérprete, que logra transmitir a través de su estilo algo auténticamente popular, mientras que los músicos que la acompañan, Los Folkloristas, muestran dominio de estos lenguajes para traernos un sonido sumamente convincente dentro de su encanto rústico y terrenal.