




Reseña por Lalo Enríquez
Las Tandas de Juan García Esquivel (1956)
Esquivel
RCA Victor
Disco: Variedad / Jazz
En su primer lanzamiento en largo, Juan García Esquivel explora su herencia musical, se aventura a nuevos territorios y comienza a definir su sonido.
Antes que decidiera mudarse a los Estados Unidos en búsqueda de potenciar su carrera y su reputación internacional, Juan García Esquivel contaba con una de las propuestas más frescas de la escena musical de la Ciudad de México. De hecho, su agrupación de acompañamiento era considerada por muchos como la mejor orquesta popular en todo lo ancho del país.
Las Tandas de Juan García Esquivel fue el primer lanzamiento en largo del pianista y director tampiqueño. En las notas de la contraportada de la edición de vinilo se ofrece la definición de lo que significan ‘Las Tandas’: “una serie de melodías por una misma orquesta, hechas para bailar”. A lo largo del LP se puede escuchar a la audiencia aplaudiendo, animando, y en general es evidente que se trata de un espectáculo público, pues la voz del maestro de ceremonias apareciendo entre acto y acto no nos deja olvidarlo.
Resulta bastante claro que no es solo por su lugar de grabación que el disco tiene un toque mexicano más marcado que los que le sucederían; esto particularmente en lo que refiere a la elección de canciones y motivos sonoros. Contiene versiones de ‘Collar de Perlas’ del compositor Alfonso Esparza Oteo y ‘Nereidas’ de Amador Pérez Torres, así como un popurrí con fragmentos de Gonzalo Curiel.
Por su parte, tanto ‘Goya Universidad Rock & Roll’ como ‘Politécnico Rock & Roll’ están basadas en los cánticos y porras de las que son sin lugar a duda las dos universidades públicas más importantes del país. Estas piezas han sido citadas regularmente entre las primeras canciones influenciadas por el naciente sonido del rock ‘n’ roll, que fueron grabadas por artistas mexicanos y en territorio nacional. Sin embargo, debe decirse que (más allá del nombre) es poco lo auténticamente “roquero” que en ellas hay, reflejando antes el estilo omnívoro y exótico que con los años llegaría a ser tan característico de la música esquiveliana.
Ciertamente, se trata de una versión menos pulida de la música de Esquivel que la compondría y presentaría al público nacional e internacional en los años directamente posteriores. No hay duda de que este hecho tiene que ver con las limitaciones técnicas y tecnológicas de su contexto. No debemos olvidar que el tampiqueño fue un afamado audiófilo y obseso de la tecnología musical y de producción, así que no fue más que el destino que eventualmente se trasladara al lugar donde podría tener acceso a los mejores músicos y el equipo más innovador.
Tras dos LPs más grabados y lanzados en tierra mexicana (Amar de Nuevo y la banda sonora de Cabaret Trágico), el músico abandonaría estas tierras, así como el ‘Juan García’, para llegar a ser conocido únicamente con el chic mote de Esquivel. No es precisamente la etapa más recordada del músico, pues su sonido y visión musical no se encontraban formadas del todo. No obstante, en Las Tandas de Juan García Esquivel sus gustos tan peculiares en sonido y arreglos; con coros masculinos, trompetas chillantes y el piano lleno de swing, ya se dejan entrever tan únicos y distintivos como siempre.