




Reseña por Lalo Enríquez
LLAMAS LLAMAS LLAMAS (2025)
Belafonte Sensacional
¡École Cuá!
Disco: Rock / Latina
La gran evolución de Belafonte Sensacional en su nuevo disco, maximalista y ecléctico.
Recuerdo realmente pocas evoluciones tan llamativas en la música alternativa mexicana como la que ha dado Belafonte Sencacional entre Soy Piedra de 2019 y su nuevo lanzamiento de 2025, LLAMAS LLAMAS LLAMAS.
Ambos son muy buenos discos, debo decirlo, pero recuerdo que aquel álbum de hace 6 años me pareció desde la primera escucha una rareza dentro del mercado mexicano, debido a que por su sonido y estilo lo asociaba más al rock de España que a cualquier otra cosa que estuviera sucediendo en nuestro país. Aunque con su buena dosis de variedad y experimentación, hay algo en el sonido base de Soy Piedra que no puede dejar de remontarme a proyectos españoles como Los Planetas, McEnroe, Triángulo de Amor Bizarro, Joaquín Pascual y actos similares de guitarras de la nación que nos ‘infundió’ el castellano.
Al menos en dicha dimensión, el escenario es muy, muy diferente para LLAMAS LLAMAS LLAMAS, en el que las diversas influencias latinoides y africanoides salen a relucir temprano y tupido. Desde la intro de tambores africanos, la cumbia de ‘Manuel Te Amo Un Putero’, el vallenato ultra-ralentizado de ‘Negro Soledad’ o las trompetas y ritmos de “Suaves son los Días”, vemos que acá esa predominancia de lo gachupín se diluyó enormemente en un caldo posmoderno de referencias mundiales y locales.
Es también un lanzamiento bastante menos sutil, aún con algunos pero pocos momentos folky de calma e introspección. Más bien, le tira a ser un algo maximalista, hiperactivo y descaradamente ambicioso.
Curiosamente, la primera canción en forma que nos recibe en este disco (‘OMI’) podría verse como reflejo de su antiguo estilo, pero claramente deformado dentro de una nube de distorsión y abstracción que parece avisarnos que acá las cosas ya no pueden volver a ser tan simples como antes. Por su parte ‘Jovita Verano’ es quizás la única pieza que así como está nos podría remontar al viejo Belafonte, aunque es importante mencionar que otra similitud (y virtud) que comparten los discos de 2019 y 2025 es su duración de prácticamente media hora; que en lo personal me parece la longitud perfecta para un LP de música popular excepto en pocas y contadas salvedades.
Tampoco quiero dejar de mencionar la canción ‘Roca Roy’, que considero realmente destacada dentro del disco, y me atrevo a decir que incluso de lo mejor en la música mexicana de este año. Con un sonido epifánico-psicodélico, la rola lleva una actitud y seguridad en sí misma que recuerda a temas clásicos de otras épocas menos austeras del rock, a parte de una letra cargada de imágenes y evocaciones únicas.
Gracias a todo este eclecticismo, riesgo lírico y musical, Belafonte Sensacional ha llegado a un tipo de disco con el que hace tiempo no nos encontrábamos; quizás las más claras reminiscencias podríamos encontrarlas en Café Tacvba o Porter. Eso puramente refiriéndome al estilo de lanzamiento y no necesariamente equiparando alcances.
Sin ninguna intención de demeritar lo que es este muy buen disco, mi experiencia es que no todo dentro de él contribuye a irlo haciendo crecer como un todo, sino que al menos en mi caso experimenté una especie de sube y baja en el que en la mayoría de los momentos pensaba “¡Genial!” y por otros pocos “Mmmm". Con repetidas escuchas aún no estoy del todo seguro cuál es la identidad del álbum a través de todos sus elementos, desde portada, nombre, colaboraciones y diversos estilos y sonidos.
Pero sin duda es parte de los riesgos creativos que han tomado. Regresando y reflexionando sobre su portada, colaboraciones, estilos y sonidos, hay mucho aquí para sorprendernos y emocionarnos.