Portada del disco Los Herlados Negros.
Portada del disco Los Herlados Negros.
Calificación favorito de Rehilete
Calificación favorito de Rehilete

Reseña por Lalo Enríquez

Los Heraldos Negros (2023)
Fiquet
Independiente
Disco: Jazz

Introspección y descubrimiento en este subvalorado disco mexicano de jazz, y más que jazz.

Llevaba ya un buen tiempo cazando el calendario de Fiquet para poderlos ver tocar en vivo. Me sorprendía enterarme en sus redes sociales de que la gira para promocionar Los Heraldos Negros los llevaba alrededor de buena parte de la República: Veracruz, Morelia, Guanajuato, Querétaro, Yucatán, Morelos, Baja California. No mentiré: la verdad el trio tocó un montón de veces también en la Ciudad de México, y era yo el que (por una u otra razón) no terminaba de poder dejar mi mundo de lado para pararme en alguna de aquellas tocadas.

Hasta que un día, febrero del año presente (2025), llegó su presentación en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería. Fue en el Salón de Actos, un gran lugar para la ocasión si me lo preguntan, a pesar de que la formalidad del entorno contrastaba con el juguetón jazz fusión de Fiquet. Con imprevista y corta pausa incluida (después de que los teclados de Gavi Castillo colapsaran a media interpretación), la verdad no solo no me decepcionaron sino que incluso sirvió para lo que todo acto en vivo debe de servir: entender un poco más de esa magia que en streaming solo llega a nosotros bajo el abstracto manto del sonido.

Mi relación con Los Heraldos Negros comenzó a finales de mayo de 2013, justo con el disco recién lanzado pero también suficientemente tarde como para haberme perdido la oportunidad de atender a su estreno en el bar Departamento de la CDMX. Me topé con él en la sección de nuevos discos mexicanos destacados de Bandcamp, y creo que desde el principio forjé una estrecha relación con este álbum.

En un año en el que explotó mi interés por los nuevos proyectos mexicanos (en especial los de música vanguardista o instrumental) este lanzamiento fue para mí lo más destacado con lo que me pude encontrar. Tanto así que apareció a finales de aquel 2023 en mis redes sociales como parte de la lista de mis discos favoritos del año, compartiendo lugar con proyectos alemanes, rusos, franceses, israelíes, etc.

Fiquet es Ángel Florido en las percusiones, David Patiño en el bajo y voz, y Gavi Castillo en el piano y los sintetizadores. Juntos son creadores de un jazz fusión sumamente inteligente y diverso en colores, timbres, tonalidades y sentimientos. Debo aclarar que cuando digo que David es la voz de Fiquet el lector no debe de imaginarlo cantando convencionalmente; al menos no por ahora. En este disco la voz de David es un instrumento de acompañamiento más que no interpreta apasionadas letras ni mucho menos toma un rol protagónico, sino que simplemente contribuye a las canciones con ese espíritu que sólo puede aportar la voz humana, así sea desde un segundo plano. De acuerdo con las nuevas canciones que presentaron durante la Feria, creo que podemos esperar que en un futuro no muy lejano nos muestren creaciones grabadas donde la voz podría tener un rol un tanto más convencional.

Los Heraldos Negros nos recibe con una portada muy elegante, atractivamente enigmática, y un nombre que le sonará familiar a aquellos familiarizados con el poemario del mismo nombre del legendario poeta y escritor peruano César Vallejo. Por su parte, la música refleja el mismo espíritu de introspección y descubrimiento al llevarnos por terrenos plenamente fusión, otros de jazz más tradicional o hasta de toque clásicos, pero también rock progresivo que recuerda a Rush, e incluso pasajes que nos remontan a la incipiente electrónica de sintetizadores, en el estilo de Jean-Michelle Jarre o Mort Garson.

Debe de mencionarse por su parte la participación en este disco de Cristóbal Sarmiento que me parece contribuye en la mayoría de los temas, dándole un sentido de flujo muy bienvenido a las composiciones, así como también fungió como encargado de la mezcla y masterización. Wally García y Andrea LP como encargados de la producción e ingeniería de audio, llevan todos este disco a una dimensión sonora profunda, entrañable y plenamente profesional.

Con todo, me da gusto que los chicos de Fiquet hayan podido promocionar su música por muchos rincones y abrirse un camino nada desdeñable dentro de la escena del jazz nacional, pero eso no quita que aún no se le dé a Los Heraldos Negros su debido lugar. A mi parecer es uno de los mejores discos instrumentales mexicanos en lo que va de esta década y razón más que suficiente para esperar con interés lo que publique en el futuro próximo esta agrupación capitalina.