




Reseña por Lalo Enríquez
Me Estás Matando Susana (2016)
Roberto Sneider
La Banda Films
Película: Romance / Comedia
Reivindicando la comedia romántica mexicana: un estudio de caso.
Si de por sí la comedia romántica ya es un género con una reputación endeble, en el caso mexicano hemos aprendido verdaderamente a repudiarlo. O tal vez aquí y en el mundo el problema es en realidad exactamente el contrario: nunca aprenderemos a odiarlo lo suficiente. Ambas afirmaciones pueden ser ciertas dependiendo del sector de la población al que nos refiramos o al que le preguntemos; pero una triste realidad es que entre las contadas especialidades fílmicas de nuestro país se encuentra el producir a granel comedias románticas de muy cuestionable calidad cinematográfica o actoral.
No es el estilo de Rehilete el quemar y criticar… pero tampoco puede quedarse este punto sin ilustrar. Ejm, ejm: No Manches Frida, ¿Qué culpa tiene el niño?, El Tamaño Sí Importa, El Que Busca Encuentra y demás… obras maestras.
Pero bueno, la historia cinematográfica también nos muestra que la comedia romántica puede ser realmente excelente: Annie Hall, Y Tú Mamá También, Amelie, Punch Drunk Love, Groundhog Day, o varias de las de Almodóvar son ejemplos contundentes. Al final, aquel que no crea que en el amor hay mucho de gracioso y que a su vez en lo gracioso suele haber mucho que aprender, le falta entrenar un poco la mirada antropológica.
Justo en una época en la que reinaba la comedia romántica barata y facilona (mediados de los 2010’s) apareció una que se encuentra en mi opinión un par de peldaños arriba: Me Estás Matando Susana del director mexicano Roberto Sneider. En ella conocemos la historia de un carismático actor venido a menos que tendrá que lidiar con las consecuencias de sus comportamientos deshonestos y desmadrosos, que naturalmente lastiman a su esposa y le traen a él consecuencias tan dramáticas como jocosas.
Creo que no me arriesgo al afirmar que la película termina por ser una especie de reflexión y ensayo sobre el ‘encanto’ del macho mexicano. Aunque podemos entenderla como una especie de fantasía masculina, el consumidor crítico podrá evaluar todo lo bueno y lo malo que se proyecta sobre el hombre mexicano y tomar o dejar de lado lo que considere: deshonesto, gracioso, dicharachero, apasionado, grosero, entre cobarde y temerario, entre acomplejado y orgulloso. Creo que hay algo de cierto en lo que proyecta la película, es decir, que los mexicanos llevamos una contradictoria relación con los estereotipos, entre el amor y el odio. Si nos meten en una caja para juzgarnos como mexicanos siempre reaccionaremos como gato enjaulado; pero si se trata de diferenciarnos, así sea por cosas no necesariamente positivas, nosotros mismos entramos con gusto a la mentada cajita.
Para algunos el carácter de fantasía masculina o de centralidad del macho en el filme podrá llevarlos a decir que este ‘envejeció mal’ o ‘es problemático’. En lo personal, me interesa más que una obra artística de cualquier tipo pueda ampliar con cierta honestidad creativa nuestro entendimiento de lo humano, a que nos presente un modelo sanitizado e ideológicamente controlado de lo que querrían que fuéramos o que soñáramos.
Al final, se sobreentiende que las relaciones románticas entre hombre y mujer (aún en aquellos casos en los que ambas partes se han prometido amor eterno) son infinitamente complejas en sus potenciales vertientes, desvíos, encuentros y desencuentros. Y Me Estás Matando Susana, dentro de una perspectiva mayormente masculina, reconoce patrones que seguramente serán comunes a muchas relaciones. Por ejemplo, que a veces hay que tocar fondo para poder crecer, dejando morir a esa parte de nosotros que en sus peores delirios de grandeza piensa que puede tenerlo todo sin sacrificar nada.