




Reseña por Lalo Enríquez
Poesía Prehispánica: Flor y Canto (2022)
Varios
Editores Mexicanos Unidos
Libro: Poesía
La muerte, la guerra y la adoración por la naturaleza en esta bella antología introductoria a la poesía mesoamericana.
Prácticamente cualquier pretexto es bueno para acercarnos a la literatura que fue legada a nosotros por los antiguos habitantes de nuestras tierras. Y por supuesto que esta (físicamente bella y económicamente accesible) antología de poesía prehispánica editada por EMU no está exenta de ello.
El breve tomo incluye una gran variedad de textos escritos por poetas del Valle de México hasta antes de la llegada de los conquistadores españoles; los primeros textos solo aparecen en su traducción al español, pero la mayoría también con el acompañamiento de su versión en náhuatl. La temática de los poemas es diversa, aunque es claro que había unos cuantos tópicos recurrentes: la religión, la historia, la guerra y la adoración por la naturaleza.
Desafortunadamente, a pesar de la brevedad del libro (unas 165 páginas), no es tanto que sea una curación de lo mejor, sino realmente una recopilación más o menos exhaustiva del poco material que en su momento o a través de los siglos sobrevivió la destrucción y logró ser pasado de generación en generación. Recordemos que esto se debe principalmente a que la actividad poética de los antepasados mesoamericanos era por medio de la tradición oral y el canto.
Todas las figuras históricas que aparecen en la antología pertenecieron a las élites de las sociedades prehispánicas asentadas en la zona del Valle de México o aledañas, como Tecamachalco, Ayapango, Texcoco, Tlacopán, Huejotzingo, Teziutlán, etc.
Por supuesto que por mera publicidad sabemos que Nezahualcóyotl es uno al que hay que prestar atención, y releyendo sus poemas no queda duda de que fue uno de los grandes. Más allá del valor añadido de que haya sido un importante príncipe y gobernante en tiempos de la Triple Alianza, se nos presenta como una sensibilidad extraordinaria, obsesionado particularmente con la muerte y con la naturaleza perecedera de todo lo que nos rodea.
No obstante, la mayor sorpresa es con Ayocuan Cuetzpaltzin, un noble de la región de Puebla que en mi opinión podría merecer nuestra consideración como el más destacado entre todos los poetas que figuran en esta antología. Temáticamente, no varía mucho respecto a Nezahualcóyotl: gran preocupación por la muerte y la posible vida después de ella, así como gran adoración por las bellezas de la naturaleza. Pero Ayocuan nos lleva a niveles líricos tan elevados como en el siguiente fragmento:
[…] La amistad es lluvia de flores preciosas.
Blancas vedijas de plumas de garza,
se entrelazan con preciosas flores rojas
en las ramas de los árboles,
bajo ellas andan y beben
los señores y los nobles.
Otro tema que me llamó la atención es que en figuras como Macuilxochitzin (la única mujer de la antología) y Axayácatl nos encontramos con un género que quizás no asociamos tanto con nuestra tradición: el poema épico. Los relatos de este par de poetas y algunos otros nos llevan a las guerras, conquistas, conflictos y héroes de la época. Es un motivo para asombrarse que en prácticamente toda región del mundo, como la India, Grecia, Mesopotamia, China y acá en México, el género de la poesía se haya usado en sus inicios como un medio para transmitir la historia de “los grandes hombres” y las grandes batallas.
Evidentemente, hay mucho de artificial en la experiencia de leer estos poemas en el idioma español. Es una ventana muy efectiva a la cosmovisión y los intereses de los antiguos habitantes de Anáhuac, pero se intuye a cada momento una mutilación del lirismo, la rítmica y la esencia del náhuatl original de los textos. A parte, tengo algunos cuestionamientos sobre la traducción, que supongo es todo un tema y del que mi opinión podría ser seguramente muy tangencial.
De cualquier forma, para todo el que busque una introducción a este mundo, empezar por esta edición será un provechoso primer paso.