




Reseña por Memo Fromow
Regional Chill (2023)
Palmasur
Acrylic Label
Disco: Regional, Lo-Fi
Un vaquero llega a la gran ciudad.
Cuando estudié fuera, uno de mis grandes placeres era salir de mi apartamento de estudiante por las noches y poner en los audífonos a ese sujeto que por entonces acababa de conocer en youtube, un tal Palmasur. Hasta esa improbable figura me había llevado mi gusto por las tonadas melancólicas de Lo-Fi, género hecho exprofeso para regodearse en la nostalgia de nuestra primera juventud ya ida con remixes de canciones populares viejas pero acompasadas a ritmos lentos y con añadido de instrumentos electrónicos que la hacen sentir casi actual. Pero sin olvidar nunca que estamos hablando de un pasado irremediablemente perdido.
Sufrir bonito, pa' pronto.
En un principio lo conocí por adaptaciones a ese estilo de canciones clásicas del imaginario mexicano como El Panadero con el Pan, para posteriormente, conforme me adentraba más en su estilo, acercarme a sus composiciones originales. Muchas de ellas, luego descubrí, estaban compiladas en un delicioso álbum disponible en youtube titulado Regional Chill.
Fiel a su origen como Lo-Fi, estas canciones no abandonan en ningún momento su ritmo lento y relajante, con el añadido de la guitarra clásica que le da el toque que separa a Palmasur de un simple canal para gente que busca con qué curarse la pacheca. El sonido de la canción tradicional mexicana, con su lirismo amoroso que raya en lo ingenuo nos recuerda que esto es obra de un mexicano que vive con nosotros en este siglo: descendiente innegable de la mejor tradición ranchera pero sin miedo a experimentar con las novedades que la técnica ofrece. Fuera de la nostalgia, no puede negarse tampoco la inmensa influencia que tiene sobre su sonido el corrido tumbado que otros artistas contemporáneos como PP o Natanael han llevado a dimensiones verdaderamente globales.
Las letras son idóneas para calmar cualquier inquietud y dejarte llevar por idilios modernos que fantasean con un amor sencillo y abierto, pero leal. Como saben darlo los güeros de rancho que desde la fundación de México le cantan a las dueñas de sus quincenas, prometiéndoles amarlas como solo los hombres muy hombres saben hacerlo: con harto sentimiento. Canciones las hay aquí ebrias de amor carnal como en ‘Pa´ que te miento’, tanto como las hay para querer bonito en ‘Los Días Grises’; que bonito es estar enamorado y aún más es hacerlo hoy que se puede.
Pero la cosa no se agota en sentimientos: para los solitarios, los corazones rotos o aquellos cuyo corazón pertenece solo a la música, Don Palmasur nos trae también algunos temas más experimentales como ‘Collage’ o bien ‘私はあなたを酔って呼んだ', que no por todos sus kanjis, su sonido techno y su pista de diálogo japonés nos deja de hablar de esa costumbre tan nacional como llamarle a la ex en estado inconveniente.
Es curioso que pese a hablar de temas tan contemporáneos (algunos de ellos bastante únicos de nuestra generación), el álbum se las arregla para seguir sonando siempre melancólico ¿Pero nostalgia de qué? Se pregunta uno. Es entonces que te das cuenta que la nostalgia no es una dimensión únicamente relacionada con el tiempo, sino que se trata de un modo de vida; una sensibilidad propia de nuestro viejo y sufrido país que se convierte en el filtro a través del cual trasladamos nuestro sentir a otros medios y otros ambientes, como yo lo hice en los años que anduve de fuereño. La música de Palmasur podía convertir cualquier lado en un rincón de México.
Tanto es así que ese saber sentir se cuela a través del sintetizador y los sonidos electrónicos para recordarte tu viejo terruño. Vamos, que uno podría meterle gaitas o elementos orientales y México seguiría sintiéndose bien hondo en la música. Es muy probable que alguien mucho más docto en teoría musical pueda explicar eso con mucha mayor precisión, dar una razón técnica de porqué lo mexicano suena a mexicano. Pero lo que soy yo, prefiero calarme mi sombrero y mis botas que no tienen sentido en la ciudad y buscarme una morrita a la que le guste caballero, cristiano y valiente como dijo el charro universal, el original Marqués de Guadalupe, Don Manuel Rincón Gallardo; que estoy seguro estaría muy orgulloso de ver cómo la tradición aflora siempre por sobre cualquier otra consideración, y eso que él vivió en el siglo XVIII.
Tantas de estas canciones las escuché por primera vez como acompañamiento de videos que las tomaban como música de fondo para luego buscarlas en sus versiones sencillas. Indigno destino ser mero acompañamiento, para canciones que merecen mucho más, pero que no puedo renegar, ya que me permitió conocer esta música y da cuenta de la generosidad por parte del autor, quien permite que su música sea usada por varios creadores de contenido.
Pero es muy bueno saber que tienen un lugar propio en este álbum, donde pueden brillar todas con luz propia, sin distractores, sólo música. El efecto de conjunto es verdaderamente como para salir embelesado dando gracias por haber nacido en una tradición que permite que una cosa como Palmasur sea posible.
En los años que siguieron luego de la compilación de Regional Chill, Palmasur ha estado muy activo y, quizás más importante, colaborando continuamente con varios intérpretes y compositores mexicanos e incluso algunos extranjeros, hasta donde me he enterado. He tenido el gusto de escuchar varias de estas composiciones de manera aislada y ninguna al momento de escribir esta reseña ha decepcionado; conociéndolo, tengo razones para esperar que continuará sin hacerlo al menos por un buen rato.
Pura gente de Palmasur aquí en Rehilete plebes.