




Reseña por Memo Fromow
Tocadiscos (2010)
Mamá Pulpa
Fonográfica Discorama
Disco: Rock
El momento en que Mamá Pulpa decidió tener un nuevo hijo y morir un poco en el proceso ¡Como las mamás pulpas reales!
En la secundaria, yo quería ser un delincuente, un completo malviviente. ¡Nunca más me llamarán un muchacho muy formal!
Hoy, naturalmente, se me han pasado esas adolescentes ínfulas sociopáticas y me he convertido en un muy formal y elegante ‘crítico cultural’. Un proceso similar ha atravesado la banda Mamá Pulpa: de la banda de choteo, con un repertorio hecho de casi puras rolas satíricas y provocadoras que conocimos en su primer disco El Mundo es Muy Difícil, evolucionó en un proyecto mucho más serio que bordea por momentos lo experimental en su último disco Forastero. Ese punto de quiebre lo podemos encontrar precisamente en el disco que reseñamos hoy: Tocadiscos.
Mamá pulpa nos lo pone fácil, de 2005 a la fecha han sacado 3 álbumes: El Mundo es Muy Difícil, el primero, salió en 2005; Tocadiscos en 2010 y Forastero, el último, en 2015. Salvo un sencillo en 2019, titulado Cabrón, la banda no ha vuelto a tener actividad. En una entrevista disponible en youtube, el cantante y miembro fundador de la banda, Alfredo Fernández, declaró hace algunos años que en ese tiempo, los miembros de la banda habían desarrollado intereses distintos y querían explorar otros aspectos musicales fuera de la dimensión cómica que hasta el último momento siguió teniendo Mamá Pulpa. La banda había surgido como un proyecto ligero y cuasi-cómico, pero nadie se conformaba ya con seguir siendo solo eso.
Como dije arriba, esa ambición se nota desde Tocadiscos. Mientras que El Mundo es Muy Difícil se compone casi por completo de canciones cada cual más zafadas e impertinentes con algunos toques de dramatismo que responden al ambiente sentimental de las bandas jóvenes de principios de los 2000’s, Tocadiscos, sin abandonar el espíritu desparpajado ni lo punzante de sus letras, denota muy claramente el querer abrir un camino distinto. Donde antes había un ritmo de rock muy divertido y funcional, pero muy uniforme, ahora nos encontramos con una voluntad de experimentación con diversos ritmos que van del funk al tropical pasando por el blues y el ska, a veces con más de un ritmo a la vez disputándose el protagonismo en una sola canción como en Sabes.
Las letras de la banda siguen la misma línea que antes: críticas mordaces a la hipocresía social, pero más aún, a la idea del amor perfecto que se hace notar al abordarse casi siempre el tema sentimental a través de relaciones imperfectas o enfermizas, saboteadas por infidelidades o intereses muy ajenos al amor, pero sin dramatismo lacrimógeno. No se busca explorar la vastedad del sentimiento del desamor ni del de la derrota, sino más bien burlarse de la ingenuidad del amante dejado, maltratado, pero que igual sigue rendido.
Cuando no están burlándose de las debilidades humanas, todavía nos encontramos con simples divertimentos choteadores como ‘De Nalgas’, ‘Badúm, Badúm’, o bien con temas refrescantemente juveniles que a viejones como yo nos recuerdan a las angustias de la adolescencia y la primera juventud: ‘Malas Calificaciones’ y ‘No Pensar en Nada’, nos hacen reflexionar a los mayores en problemas superados y de los que felizmente ya no nos tenemos que preocupar… ahora tenemos dificultades bastante peorcitas entre manos. Pero al menos ya no tengo que despertarme a medianoche pensando ¡Chin, la cartulina!, ni esconder boletas de calificaciones, ni tampoco en pensar en lo que quiero hacer para vivir cuando crezca: ahora ya lo hago. Bendita adultez. Si, por otro lado, estás justo en esas, tal vez estas rolitas juguetonas que no regañan pueden bajarte un poco la ansiedad.
Por último, tenemos las que considero las rolas puramente instrumentales: deliciosos híbridos de rock, punk y electrónico (creo). Fue hace ya varios años, con ‘Vancouver’ y ‘Crónicas Marcianas’, cumbres, diría yo, de este disco, que entendí de veras que a veces no hacen falta las letras; que vislumbré los mecanismos que existen para mezclar géneros y la idea de hibridación musical. Aquí lo que se quiere decir, verdaderamente no necesita palabras, pura juventud estilo 2010, destilada y puesta en forma de música que hoy, quince años después, puedo considerar de mis viejitas.
Es siempre interesante encontrarse con el momento justo en que sucede algo: aquí estamos de frente al punto en que Mamá Pulpa empezó a decidir que ya no quería ser lo que había venido siendo: el principio del fin. Aunque ese fin no llega aún, oficialmente al menos, lo cierto es que, a menos que algo extraordinario suceda en estos años (cosa que me gustaría mucho), podemos decir que Mamá Pulpa ya ha dicho todo lo que tenía que decirnos: sus mensajes vitales, aunque válidos, hoy han sido cantados por generaciones más frescas y más al alcance de los públicos jóvenes a los que iban originalmente dirigidos; también sentido del humor y de las relaciones ha cambiado los suficiente como para que algunas letras levanten algunas cejas entre públicos actuales.
El mundo cambió, nosotros cambiamos y afortunadamente para los chicos de Mamá Pulpa, ellos también cambiaron. La mejor de las suertes para ellos en lo que tengan planeado; y para nosotros, nos quedan estas canciones con las que reír como lo hicimos alguna vez.