
Lista por Eduardo Enríquez


En esta primera entrega de los mejores discos de 2024, repasamos aquellos en géneros principalmente instrumentales y de vanguardia: jazz, ambient, tecno, post-rock, clásica moderna y similares.
Creo que queda por demás explicar la dificultad que en el presente implica hablar con autoridad de los mejores discos de un determinado año. Por más que delimitemos nuestra búsqueda a un país como en este caso lo es México, es un reto inmenso no perderse de nada importante y ordenar lo escuchado de peor a mejor.
Spotify, Soundcloud, Youtube, Bandcamp, o incluso de maneras completamente independientes: los músicos están en búsqueda de nuevas formas de publicar su música, cada uno de ellos con diferentes prioridades. Hay cientos de lanzamientos diarios y habrá quien busque la máxima exposición; habrá quien casi tuvo que ser persuadido para publicarla, y al hacerlo se opone a los medios tradicionales.
Igual, eso es intrascendente; o al menos pasa para nosotros en Rehilete a un segundo término. He escuchado tantos discos como pude encontrar y aquí los valores que guían la selección son los mismos tres que he utilizado y utilizaré para todas las listas con las que intento aportar un grano de arena a la difusión de la creatividad musical en México:
1) Debido a la calidad de los músicos, cantantes, compositores o letristas, un disco destaca como un ejemplar excelente de un género dentro de su tiempo y espacio.
2) Debido a la creatividad, innovación o visión particular de sus creadores, un disco destaca como adelantado a su era o como una obra única y distinta.
3) Debido a su concepto, cohesión o estructura narrativa, un disco destaca como especialmente sólido o satisfactorio.
Siguiendo estos tres puntos cardinales y reconociendo su naturaleza subjetiva, vámonos sin más a estos diez discos de música instrumental y experimental de 2024 que merecen toda nuestra atención.


9. Rizoma – Luz de Riada
Aunque usan la etiqueta de progresivo/fusión, me parece que en Rizoma a lo que más cercano suena el grupo Luz de Riada es a un rock en oposición (RIO por sus siglas en inglés) del estilo de Univers Zero o Henry Cow; guardando las debidas distancias. Eso es en lo general, pero sin duda hay momentos que tiran más al folk, o al jazz, o incluso a la cumbia en temas como ‘Todos por la Banqueta’.
El proyecto comenzó en 2010 de la mano de su principal artífice, el mexicano Ramsés Luna, y han ido mutando de alineación. Sus primeros tres discos formaron parte de una trilogía titulada Cuentos y Fábulas y fueron lanzados entre 2011 y 2016.
Desde ese entonces se había dado una pausa en la producción de álbumes por parte de la agrupación, hasta que el año pasado apareció el lanzamiento que aquí nos ocupa. Para este ha habido una alianza cercana entre Luna y el bajista y compositor Luis Nasser, dando como resultado 10 temas y un todo bastante atractivo.
8. The Earth Has Memory – Concepción Huerta
Es natural que, con la explosión de popularidad que ha tenido Mabe Fratti a partir de su constante aparición en Pitchfork y otros foros de alto perfil en Estados Unidos, Concepción Huerta haya venido a la atención de varios de nosotros a raíz de sus recurrentes colaboraciones con la cellista guatemalteca.
Pero sus lanzamientos en solitario demuestran que realmente es un error quedarse en esas colaboraciones. En lo que refiere a música ambient y drone hay pocas cosas más interesantes sucediendo en la escena nacional.
Toda la temática de este disco gira en torno a la geología, tanto en la paciencia de sus temporalidades que se extienden a través de millones de años, como en la particularidad de su composición y sus formaciones minerales. La portada, por ejemplo, fue producto de una visita de Huerta junto a la fotógrafa Magaly Ugarte a una mina de obsidiana en Hidalgo.
Por otro lado, me llamó bastante la atención que Olivia Block haya colaborado en algunos de los temas, pues es una artista que desde hace muchos años ha construido una carrera sólida a nivel internacional dentro del mundillo de la música electroacústica.


7. Azcatl – Mucama
Música folclórica dispersa y fragmentada, cantos de pájaros, sonidos de autos, viento, voces inentendibles y de vez en vez la irrupción de sintetizadores y demás texturas ambient. Todo ello enredado caóticamente en un lanzamiento de casi una hora que, a pesar de su aparente desorden, logra provocar en el escucha un sentido de significado y de narrativa.
Eso y más es el disco de Mucama, un proyecto que por lo que logré investigar en la web pertenece a una joven residente en la Ciudad de México. Aunque creo que ha querido mantener su identidad personal alejada del proyecto, puesto que nunca la menciona.
Azcatl contiene samples de música regional de varias partes de la república, así como grabaciones de campo que terminan por conformar un collage cuya producción y grabación se dio en la misma CDMX.
Es ya en si un logro considerable, pero también es una promesa de que cosas interesantes pueden venir de esta creadora en un futuro cercano.


6. Somewhere in That Water – Yaka
En Somewhere In That Water el DJ y productor electrónico Yaka nos presenta un sonido de sentimiento muy ambient y atmosférico, que igual se beneficia de beats bailables interesantes que colocan al disco por ahí en el terreno del IDM (Intelligent dance music).
Creo hay dos elementos para interpretar el concepto del álbum más allá de lo que simplemente podemos escuchar en los auriculares. En primero es su fantástica portada, en el que nueve ranas resplandecientes bailan alrededor de una figura entre alienígena y humanoide. Por otro lado, la publicación del disco en Bandcamp por la disquera Inner Most únicamente contiene como descripción del lanzamiento la leyenda “Música desde el estanque, para el estanque” (texto original en inglés). Ciertamente, la música tiene un carácter acuático y pantanoso, muy influido por texturas y ecos de la naturaleza.
Vengo descubriendo a Yaka por este lanzamiento; parece que antes residía en la CDMX y actualmente se encuentra viviendo fuera del país. Una lástima ya que me hubiera interesado mucho verlo en vivo. Esperemos siga visitando esta ciudad y emocionándonos con lanzamientos como este.
Nota: Por aclaración del autor, comento que no es de nacionalidad mexicana pero realizó este disco durante una residencia de 8 años en la Ciudad de México.


5. Misterio Lounge 3000 – Tia Rosa
Si existe alguna duda de que México tiene su historial relevante en la exótica y el lounge, no hace falta más que revisar nuestra lista de Los 15 mejores álbumes mexicanos de los 50’s. Tenemos en Esquivel a uno de los mayores representantes históricos de ambos géneros, y da gusto ver que a 2024 aún hay proyectos interesados en seguir esas andanzas musicales.
En este disco de Tia Rosa el sonido se apega más a lo lounge si comparamos con lo que hacía el gran director michoacano. No es música que se quiera salir de los monitores ni mucho menos; es una música rítmica y no intrusiva, pero si la escuchamos de cerca no tardaremos en encontrar buenas ideas y una tendencia muy vintage que no por eso deja de proponer desde nuestro espacio y tiempo.
El disco se caracteriza por su sentido de búsqueda. Caerá en insistencia, pero su uso de sonidos digitales y análogos curiosos y jocosos, así como su utilización de la dimensión vocal como un instrumento más antes que como un foco de atención, nos debe remontar forzosamente a ya saben quién. Aunque también el krautrock es una influencia notable.
Tia Rosa es un trio de colegas de la CDMX que grabaron este disco entre diciembre de 2022 y otoño de 2023, en sus casas de las colonias Asturias y Narvarte.


4. Donde Guardar el Cariño – Edgar Bajo el Agua
El año pasado Edgar Bajo el Agua compartió dos discos de larga duración en plataformas de streaming. El primero de ellos, un disco homónimo que apareció en el mes de mayo, el cual muestra varios buenos conceptos e ideas, reteniendo ciertas estructuras convencionales de canción, con la voz como invitada recurrente en pasajes sumamente densos y atmosféricos.
Este segundo disco abandona la voz y se vuelca de lleno a la experimentación sonora, entre el ambient, el post-rock e incluso dejos de música contemporánea. En mi opinión esto significó un salto cuántico de calidad respecto al primer lanzamiento y coloca al proyecto desde ya como uno de los más interesantes de la escena experimental en México.
El hombre detrás de este proyecto es Yazaret Macías, radicado en Zacatecas.
3. Flora y Fauna de la Riviera Maya – xrt
Con el título de este álbum, lo más normal es que sospechemos encontrarnos una de dos cosas: o un tedioso collage con grabaciones de campo de la selva y sus habitantes animales y vegetales, o un disco new age lleno de flautitas y silbatos.
Por ello supongo que fue amplia mi sorpresa cuando me encontré que el disco maneja un híbrido super refrescante de electrónica a la IDM, con algunos elementos del llamado left field hip-hop, así como de post-rock. Y sí, es una constante el sampleo y aparición de sonidos de pajaritos; pero adquieren otro significado en este esbozo vivo y floreciente del ecosistema al que hace honor, la Riviera Maya.
Xrt es un proyecto de música electrónica originario de Cancún. En años pasados también tuve la oportunidad de escuchar lanzamientos interesantes suyos, como La Voluntad del Todo (2023), pero he de confesar que este es el que lo ha colocado de lleno en mi radar.


2. Atisbo – Tulpas
Tulpas es el nombre bajo el cual se autodenominó el particular cuarteto conformado por Germán Bringas, Arturo Báez, Gibrán Andrade y Jarrett Gilgore. Este es su primer lanzamiento, mismo que llegó de sorpresa y sin aviso previo. Por ello no sabemos por lo pronto si se tratará de una nueva agrupación de la cual podemos esperar algo en el futuro, o simplemente fue producto de una dinámica fugaz y momentánea entre sus integrantes.
No debemos hacernos muchas ilusiones ya que, a pesar de aparecer apenas el año anterior, su grabación en el Batería Estudio de la CDMX se dio desde junio de 2021. Tampoco debemos olvidar que Bringas ha formado ya parte de varios proyectos experimentales fugaces como Subsuelo, Zero Point, Zona de Fragmentación, entre otros.
Atisbo es un ejercicio de vanguardia sonora dentro de los terrenos del jazz libre. Sus piezas largas y la maestría de cada uno de sus miembros dentro del campo de la experimentación hacen de este un proyecto de esos que desearíamos tener en abundancia dentro de la escena nacional.




10. Anomalías – El Irreal Veintiuno
El Irreal Veintiuno es el proyecto sonoro del mexiquense Bryan Dálvez, quien comenzó lanzando múltiples sencillos y EPs en plataformas digitales desde 2017. A partir de 2021 comienza a presentar lanzamientos ya con la duración de un álbum, aunque es difícil seguirle la marcha considerando que solo en aquel año compartió tres proyectos largos.
Lo mismo es cierto respecto al lapso que acá nos ocupa, pues en 2024 El Irreal Veintiuno presentó al menos tres lanzamientos con el largo suficiente para ser catalogados como álbumes en forma. Si bien lo prolífico no ha variado, su estilo sí ha ido viendo una evolución. Comenzó con un sonido de tintes más urbanos que se ha ido tornando cada vez más abstracto; incluso a nivel del arte visual de sus portadas podemos observar la transformación de urbano-psicodélico a prehispánico-oscuro.
Y las portadas también reflejan lo que es el sonido, pues los temas suelen estar basados en un ritmo entre tecno y tribal, que va evolucionando acompañado de sintetizadores y múltiples elementos de sabor cósmico. A veces Anomalías nos lleva a parajes de lo más desolados en franca experimentación, solo para después regresarnos a terrenos sumamente rítmicos, cercanos a la cumbia o el dembow.
1. Breaking Stretch - Patricia Brennan Septet
Suele tratarse de una experiencia positiva cuando una banda de jazz es liderada por el(la) vibrafonista. Mi impresión es que es cada vez más común; en la escena actual podemos hablar de Stefon Harris, Joe Locke, Warren Wolf, Yohan Su, Joel Ross, entre varios otros. Es simplemente natural que en un género en el que la experimentación con los timbres y la armonía juega un rol crucial, vaya habiendo una rotación también respecto a los instrumentos que figuran como solistas en sus diversas agrupaciones.
Dentro de ese contexto la veracruzana Patricia Brennan destaca y logra ese delicado balance entre un sonido con 'swing', pero también interesante y de ideas ciertamente novedosas. Desde 'Los Otros Yo', la canción que abre este álbum, nos encontramos con una propuesta fresca que mezcla exitosamente muchos elementos. En este caso, la influencia de lo que muy difusamente llamamos música latina es evidente en la sección rítmica. No obstante, la producción le da a todo el sonido una dimensión muy especial, jugando con los ecos y las reverberaciones para entregarnos algo único.
Otro hecho que no escapa al escucha atento es que aquí el septeto no es de a gratis. Mientras que el disco estándar de jazz suele estar respaldado por un cuarteto, o ya en casos más contados quinteto, los siete integrantes aquí contribuyen no solo a darle volumen al sonido de Brennan, sino un dinamismo y sentido de movimiento muy destacado.
Al igual que sus dos anteriores entregas, este álbum fue grabado en Nueva York de la mano de productores, técnicos y músicos espectaculares. No cabe más que esperar que la mexicana siga abriéndose paso en esa escena y regalándonos este nivel tan alto en lo que venga.



